Este proyecto consistió en el diseño y construcción de 25 kilómetros de carretera, rehabilitando la ruta existente de dos vías y construyendo dos vías paralelas adicionales. Como parte del proyecto, se construyeron siete puentes vehiculares y diez peatonales, se movieron 350.000 metros cúbicos de tierra y 390.000 metros cúbicos de materiales de base y subbase. Como novedad, se utilizó la técnica conocida como «rubilización», que consiste en la pulverización de las losas de concreto existente sobre la cual se coloca una capa de asfalto, acelerando el proceso constructivo. Esta tecnología transforma el pavimento rígido en un pavimento flexible asegurando la uniformidad de estructura y garantizando calidad y durabilidad.